Se Buscan Héroes
… Y por haberse multiplicado la
maldad, el amor de muchos se enfriará.” Mateo 24:12
Los
tiempos han cambiado, y seguirán a medida que pasan los años. Este cambio en
sentido general, tiende a ser doloroso. Cuando hablo de cambios no me refiero a
nuevos avances tecnológicos, sino a cambios internos en cada ser humano,
cambios de perspectiva, cambios en la mentalidad. La rutina nos
exige movernos rápido, rendir al máximo nuestras 24 horas para poder abarcar
todo cuanto haya que hacer. Trabajo, universidad, la escuela, ir al médico,
limpiar, cocinar, y la lista nunca termina.
En ese
auge de cosas por hacer, a medida que pasan los días, podemos ver cómo van las
cosas en el mundo, en nuestro país, en nuestro vecindario. Muertes en aumento,
guerras, violencia, narcotráfico… Pero hay un factor común en todo esto: La
falta de amor.
Recuerdo
a Clark Kent (Superman) en Smallville, dando todo por el todo en la lucha
contra el mal. Sin ser reconocido por el pueblo, este se entregaba día a día para
luchar contra los villanos que, de alguna manera u otra, querían imponer la
maldad. Superman arriesgó vivir al lado de su amada solo por amor a la
humanidad.Incluso, a malvados que por mucho tiempo lo persiguieron,
teniendo la oportunidad de matarles, les perdonó la vida. ¡Wow! Pero saliendo
de la ficción, ¿qué tal Jesús? No ha existido mayor muestra de
amor y entrega a lo largo de la historia.
Jesús
entregó su vida por amor a todos nosotros. Aunque tenía el supremo poder de
extinguir a todo aquel que le ofendió, le golpeó y despreció, a pesar de ser
escupido y maldecido, tuvo compasión. Fue un héroe que cambió la
historia. Él sabía que su lucha no era contra carne y sangre. El amor de
Jesús por aquellos pecadores fue más allá de su humanidad. Más allá de lo que
nuestra mente pueda razonar.
Hoy
hacen falta héroes. Gente extraordinaria en un mundo ordinario y malvado. Dispuesta a mostrar a otros el amor de Cristo. Que
estén dispuestos a perdonar. A sonreír a alguien a pesar de lo duro que haya
sido el día. Gente valiente que no se rinda ante las adversidades, que se
levanten del polvo con miras a seguir adelante. Hoy hacen falta héroes que amen
a Dios por encima de todo, que marquen la diferencia en cada lugar que pisen.
Ahora
mismo hace falta un héroe que diga una palabra de aliento a alguien que la
necesita; un héroe que salve una vida de caer en
depresión. Héroes que aunque sus 24 horas parezcan ocupadas, hagan un alto para
marcar a alguien con la palabra de Dios.
Digo
héroes porque la tarea no es fácil, nuestras agendas se mantienen ocupadas.
Pero cada día hay más maldad y, por ende, nuestro corazón podría endurecerse.
Pero un héroe tiene un corazón bien grande, lucha incansablemente, es valiente,
no tira la toalla. A un verdadero héroe le duele saber que una vida se
perderá si no le predica.
Héroe
es quien aunque vea como está el mundo actualmente, puede luchar por mostrarle
a la gente que en Dios esta nuestra esperanza, que hay una salida. Y aunque
nuestra rutina sea fuerte, aunque el trabajo y los estudios nos ahoguen,
recordemos que Dios no nos pedirá cuenta por eso; el propósito de Dios para
nuestras vidas va más allá de los logros terrenales.
No
seamos contados entre aquellos fríos que, por tanta maldad dejaron que su amor
se apague. Marquemos la diferencia. Se necesitan héroes que actúen
mientras miles solo permanecen mirando. El deber llama, el mundo nos
necesita, es hora de demostrar en la universidad, en el trabajo, a los vecinos,
a TODO el mundo, que todavía quedan hombres y mujeres dispuestos a dar lo que
tanta falta hace. ¡Soy Héroe! ¿Y tú?
Jisell
Flete.

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